La
reflexología es una terapia basada en el principio de que hay zonas reflejas del cuerpo distribuidas en la mano y en el pie y, que se corresponden con todas las glándulas, órganos y partes del cuerpo.
En reflexología
empleamos el pulgar y los dedos para aplicar presiones específicas a estos puntos reflejos y lograr así beneficios terapéuticos.
En reflexología trabajamos cada reflejo, desencadenando con ello una liberación del estrés y la tensión en la zona correspondiente del cuerpo, pero también y al ser un tratamiento integral del cuerpo se consigue al mismo tiempo una respuesta general de relajación. La liberación de la tensión desbloquea los impulsos nerviosos y mejora el suministro sanguíneo a todas las partes del cuerpo.
La reflexología tiene un efecto particular y equilibrador sobre cada glándula, órgano y región del cuerpo y normaliza el flujo sanguíneo linfático, activando la oxigenación de los tejidos y la eliminación los desechos.
Los buenos resultados obtenidos con la Reflexología en la recuperación de la salud, y prácticamente sin efectos secundarios hace que cada vez día más popular esta terapia y la adoptamos como parte habitual en su concepto de terapia.
La
Reflexología Podal no debe considerarse como una panacea que todo lo cura. Pero esta demostrado que puede influir positivamente en los desórdenes de los órganos y funciones corporales, y sobre todo en la ayuda a la prevención de las enfermedades y ayuda a conseguir liberarnos de estrés y ansiedades.
Puede servir como complemento para el resto de métodos de terapia, porque ayuda a estimular las defensas del organismo.
Quizá le interese otras técnicas de Naturopatía:
Iridología
Hidroterapia
Arcilla