La
moxibustión es una técnica que se realiza aplicando calor con moxa en los puntos de acupuntura que se quiere tratar y que están distribuidos por todo el cuerpo.
Desde muchos años atrás se descubrió que la
artemisa vulgaris tenía propiedades curativas por lo que muchas poblaciones la utilizaban como medio de sanación. Hay muchas formas de utilizar la artemisa pero principalmente lo que se hace es elaborar un polvo machacando las hojas secas que después se utilizará o bien en polvo o se prensa el polvo y se elaboran conos y puros para facilitar su utilización y que aguante más tiempo encendido.
Hay varias formas de usar la técnica de la moxibustión:
- Moxa directa: Se coloca la moxa directa sobre el punto a tratar, retira antes de que se termine de quemar.
- Moxa indirecta: Se colocan rodajas finas de jengibre o sal en el punto y encima se coloca la artemisa.
- Aguja con moxa: se puntura la aguja en el punto a tratar y en el otro extremo de la aguja se clava un cono de moxa, con ello se consigue que el calor de la artemisa se transmita a la aguja y así penetre más el calor internamente.
- Puro de moxa: Es la artemisa prensada en forma de puro el cual facilita su utilización, este puro se aproxima al punto y cuando el paciente siente el calor se retira y se vuelve a repetir la misma operación transcurridos unos segundos.
Actualmente en la mayoría de los centros se utiliza la lámpara de moxa que tiene casi las mismas propiedades que moxa de la artemisa y no tiene el inconveniente del humo que desprende.
Podemos utilizar la moxibustión para:
- Problemas reumáticos: artrosis, artritis, etc.
- Personas débiles para vigorizarlos, aumentar las defensas, activar las defensas.
- Eliminación de frío, dolor, rigidez.