También llamada estornudara, tabaco de las montañas, tabaco del diablo, hierba santa, hierba de las caídas sirve para curar traumatismos, contusiones, antiinflamatorio, cicatrizante, diurético. La árnica es una planta aromática muy popular entre los pastores y campesinos, que la utilizaban tradicionalmente en forma de tintura para uso externo, o fumando sus hojas para aliviar la tos y la bronquitis.

Esta planta posee propiedades analgésicas y antiinflamatorias mediante su uso tópico, que le confieren su capacidad para aliviar el dolor y reducir la inflamación. Además, estimula la circulación sanguínea en la zona en que se aplica, y con ello reduce la formación de hematomas.

Las propiedades medicinales del árnica mediante su uso interno están relacionadas con la mejora en las afecciones del aparato respiratorio, pero dada la toxicidad de la planta se recomienda acudir siempre a un profesional para su uso por vía oral. Su acción como expectorante se obtiene mediante una infusión tomada a cucharadas (10g. de flores en 150g de agua).

Asimismo, el arnica posee propiedades antibióticas, es por ello que se recomienda en problemas de la cavidad bucofaríngea mediante enjuagues y gárgaras. También se usa para tratar el acné de manera local, aunque no debe aplicarse en heridas abiertas. En estos casos se aconseja aplicar un emplasto (10g. de extracto de flores y 24g. de miel. Se añade un poco de polvo de altea hasta obtener la consistencia deseada. Se extiende sobre un paño y se aplica).

La tintura de árnica, muy eficaz en las torceduras y las contusiones, se obtiene mezclando 20g de flores o raíces en 100g de alcohol de 60°. Se deja macerar durante 10 días y luego se diluye una parte en 3-4 partes de agua; También se pueden usar 20g de flores; 50g. glicerina; 60g. agua. Se embeben unos paños que se aplican localmente en las distorsiones y en las contusiones, siempre que no exista llaga.

Tintura de arnica para uso externo, como cicatrizante y desinfectante de heridas

Macerar durante una semana a diez días una cantidad proporcional de flores de árnica en alcohol de 70º; utilizar una tela para exprimir las flores maceradas; filtrar con un papel para este fin. Para aplicar una compresa de este líquido diluir una cucharilla de tintura en cuatro de agua (muy pura puede producir erupciones cutáneas); aplicar el líquido en aquellas zonas que no tengan heridas abiertas (luxaciones, traumatismos, flemones, contusiones, reumatismos, etc.).

Infusión de arnica para uso interno, como anticatarral, antiespasmódico y vasodilatador

Para las aplicaciones descritas, hervir durante diez minutos un puñado de flores de árnica. Tomar filtrado; repetir la toma 3 o 4 veces al día.

Precaución: Las aplicaciones internas deben ser controladas por un médico, ya que la toxicidad de la planta puede afectar al sistema nervioso.